Esta oración fue ampliada por el Dr. Norman Shealy, del teto tradicional del Reverendo Jim Cotter
Dios está en mi cabeza y en mi entendimiento.
Dios está en mis ojos y en mi mirada.
Dios está en mi boca y en mis palabras.
Dios está en mi lengua y en mi gusto.
Dios está en mis labios y en mi saludo.
Dios está en mi nariz y en mi olfato y mi inspiración.
Dios está en mis oídos y en mi audición.
Dios está en mi cuello y en mi humildad.
Dios está en mis hombros y en mi porte.
Dios está en mi espalda y en mi postura.
Dios está en mis brazos y en mi dar y recibir.
Dios está en mis manos y en mi trabajo.
Dios está mis piernas y en mi caminar.
Dios está en mis pies y en mi firme conexión.
Dios está en mis articulaciones y en mis relaciones.
Dios está en mis entrañas y en mis sentimientos.
Dios está en mis intestinos y en mi perdonar.
Dios está en mi talle y en mis movimientos.
Dios está en mis pulmones y en mi respiración.
Dios está en mi corazón y en mis afectos.
Dios está en mi piel y en mi tacto y en mis caricias.
Dios está en mi carne y en mi penas y suspiros.
Dios está en mi sangre y en mi vivir.
Dios está en mis huesos y en mi morir.
Dios está en mi final y en mi revivir.
Dios está en mi cabeza y en mi entendimiento.
Dios está en mis ojos y en mi mirada.
Dios está en mi boca y en mis palabras.
Dios está en mi lengua y en mi gusto.
Dios está en mis labios y en mi saludo.
Dios está en mi nariz y en mi olfato y mi inspiración.
Dios está en mis oídos y en mi audición.
Dios está en mi cuello y en mi humildad.
Dios está en mis hombros y en mi porte.
Dios está en mi espalda y en mi postura.
Dios está en mis brazos y en mi dar y recibir.
Dios está en mis manos y en mi trabajo.
Dios está mis piernas y en mi caminar.
Dios está en mis pies y en mi firme conexión.
Dios está en mis articulaciones y en mis relaciones.
Dios está en mis entrañas y en mis sentimientos.
Dios está en mis intestinos y en mi perdonar.
Dios está en mi talle y en mis movimientos.
Dios está en mis pulmones y en mi respiración.
Dios está en mi corazón y en mis afectos.
Dios está en mi piel y en mi tacto y en mis caricias.
Dios está en mi carne y en mi penas y suspiros.
Dios está en mi sangre y en mi vivir.
Dios está en mis huesos y en mi morir.
Dios está en mi final y en mi revivir.