miércoles, 7 de abril de 2010

Cuando llega el Amor

A veces existen momentos que son una bisagra en la vida.
En semana santa fue este mi caso. Como siempre planeando los días de cómo me gustaría que sean. Es increíble cuán atomáticamente el control sale a poner "cajitas" de "cómo debería" suceder una situación o "que tendría que hacer" con determinados cricunstancias. Cuán alejada estoy de dejar fluir las situaciones... cuán alejados estamos de soltar nuestros apegos y el control y permitir lo que el Universo nos tiene reservado.
Creo que el retraerse por unos días ayuda a el análisis de este tipo de situaciones.
¿Qué es lo que tanto no quiero ver de mí que busco ocuparlo con cualquier cosa?
Fui muy a fondo buscando esta respuesta.
Llegó un momento en que alcanzé a ver que el hecho de no soltar era porque necesitaba llenar un vacío. Busqué el Amor a mí misma, allí en lo profundo y no estaba... me dí cuenta entonces que estaba convencida de un "concepto mental"... que "me amo a mí misma" pero no es realmente así.Generalmente las vivencias de postergarse, de abandonarse, de transigir hablan muy a las claras del poco Amor.
Nunca acepté el Amor divino en mí  porque nunca creí merecerlo. Cuando por fin de muchas lágrimas me vencí a ese Amor grande, profundo, puro y sublime, permití que entrara... me rendí a él...y en realidad al final, me dí cuenta que me estaba rindiendo... a mí misma.
Espero que les sirva. Un gran abrazo.

2 comentarios:

  1. Raghunath Das trajtenberg30 de abril de 2010, 15:09

    Me encanto Vero y es una experiencia que me moviliza y tambien he pasado por ella, cariños.

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