- Ubicar los pies paralelos entre sí (ancho de hombros).
- Flexionar las rodillas levemente para que la energía circule desde tus piernas al coxis.
- Visualizar que desde los pies salen raíces que se hunden en la Tierra, perforando todo a su paso hasta llegar al núcleo cristal.
- Visualiza que de las raíces sube por las piernas hasta la columna y esa energía alimentara tu interioridad. (color rojo).
- Alza los brazos y siente como un rayo de energía luminosa atraviesa tu cráneo y baja por la columna (color dorado o blanco).
- Ambas energías, la del cielo y la Tierra fluye por tu columna.
- Baja las manos suavemente, inclinando la columna vértebra por vértebra, sin mover los pies.
- Deja caer tu cabeza., y siente como la energía fluye desde los pies, coxis, columna y se abre en tus brazos para eliminar a la Tierra todo aquello que no te pertenece: miedos, ira, angustias.
- Cuando sientas necesidad de incorporarte, hacerlo con cuidado y dándote tiempo..
- Suavemente despegar los pies del piso y observar la sensación
Es un sitio para aquellos que están en el camino espiritual (Sadhana), el sendero hacia el Yo. "Mientras que el Yo aún tiene que ser encontrado, el sadhana ya existe"-Chopra-. Ananda es el gozo de estar en esa conciencia. Informate en: www.anandacursos.blogspot.com
martes, 23 de febrero de 2010
Conectarnos con la Tierra
La madre Tierra, la primera mujer, nos cobija, nos da sustento. El alimento y nos brinda la posibilidad de realizarnos en la materia.
martes, 16 de febrero de 2010
El silencio
Ponernos en contacto con nuestra esencia más íntima puede ser difícil.
Nuestra mente llega a ser un remolino de ideas. Meditar, hacer silencio... en estos tiempos... ¿cómo hacer?
Queremos y deseamos concretar muchas cosas, pero no nos damos el tiempo necesario para escucharnos, para que desde el "no hacer" emerjan luego nuevas ideas.
Llegar a conectarnos con nuestra esencia que no teme, es libre, es inmune a la crítica, no es inferior ni superior a nadie significa priorizar nuestro tiempo por lo "urgente", priorizar nuestro silencio por "fusionarnos con un otro". Para que salgan a la luz cosas diferentes hay que pasar por el proceso de aquietamiento casi embrionario, escucharse y luego pasar a compartir con el otro lo que deba suceder. Este paso es un desafío con consecuencias mágicas. Dedicar 30 minutos, 15 a "ser" para luego "hacer" es una fórmula nutritiva para el alma.
Nuestra mente llega a ser un remolino de ideas. Meditar, hacer silencio... en estos tiempos... ¿cómo hacer?
Queremos y deseamos concretar muchas cosas, pero no nos damos el tiempo necesario para escucharnos, para que desde el "no hacer" emerjan luego nuevas ideas.
Llegar a conectarnos con nuestra esencia que no teme, es libre, es inmune a la crítica, no es inferior ni superior a nadie significa priorizar nuestro tiempo por lo "urgente", priorizar nuestro silencio por "fusionarnos con un otro". Para que salgan a la luz cosas diferentes hay que pasar por el proceso de aquietamiento casi embrionario, escucharse y luego pasar a compartir con el otro lo que deba suceder. Este paso es un desafío con consecuencias mágicas. Dedicar 30 minutos, 15 a "ser" para luego "hacer" es una fórmula nutritiva para el alma.
martes, 9 de febrero de 2010
Disfrutar lo que tenemos.
La mayoría de los libros, de técnicas y tratamientos psicológicos nos ayudan a focalizarnos en obtener lo que no poseemos. Pero olvidan algo muy importante: de aceptar, querer y disfrutar lo que tenemos.
Cuando proyectamos para obtener algo que no existe entra en juego la ansiedad, partimos de la premisa de la escasez y cuando se realiza ese anhelo... ¿somos felices? La felicidad está en disfrutar de lo que tenemos, en el ahora, eso es lo que trae paz a nuestra alma. A partir de ella se vive en un estado de armonia y las cosas o situaciones que tendrán que pasar (aunque no lo hayamos deseado de ese modo) sucederán. Abandonar el miedo a no poder controlar es el principio de este proceso. Creo que no somos tan sinceros con nosotros mismos. Siempre existe un ansia de Más, en cualquier ámbito de nuestra existencia. Hacer conciente todos los días de que acepto y disfruto lo que tengo es quizás la más difícil tarea que existe, pero es posible. Adelante!
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