Existen momentos en la vida que no son fáciles porque estamos imbuidos en el miasma de los pensamientos del ego, aquellos que son críticos, desvalorizantes, derrotistas, tristes y nos cuesta salir de esa letanía.
Es como un disco rayado, no importa que ponga el tema 1, 2 o 3, la púa salta en todos los temas. Entonces... hay que dar vuelta el disco, el lado B. Para llegar a el lado B o plan B es necesario conocer algunas herramientas, sino ¿cómo ser conciente de que puedo elegir otra opción? Es aquí que todo vale: rezar a quién sea, caminar, hacer silencio, meditar, tomar cualquier libro como oráculo, es decir un "calmante" momentáneo.
He pasado por todos los estados de ánimo cuando me he abandonado a la dirección del ego: tristeza, angustia, enojo, impotencia, miedo, desvalorización, obsesión...desde ya que ninguna me llevo a buen puerto, sino a profundizar más esa desazón. Creo que cada uno necesita a veces pasar muchas veces por estos "subidones" cual si fueran el consumo de una nueva dosis. Como toda adicción, siempre cuando uno toca fondo con una emoción o sensación, es cuando decidimos que otra vuelta, otra vez lo mismo sería insufrible.
Con el tiempo las veces que se recurre a estos estados para sufrir o tener lástima de uno mismo es cada vez menos frecuentes.
Nos olvidamos de que podemos elegir, de que hay otra forma de ver las situaciones....
Ante todo, la consigna sería: " Hoy me propongo ver!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario